¡Estamos a salvo! Ya no necesitamos tener delanteros. Si no está Suazo, lo reemplazamos por Sagredo y si el cambio no funciona, tenemos a Juan Carlos Valenzuela.
Tal como le sucedió a Brasil, que jugando más o menos nos hizo tres goles; con México nos tocó el premiado y – aunque estuvimos muchas veces sufriendo por el juego de los aztecas – Chile logró vencer.
Claro que nos tocó esperar más de diez años para que pudiéramos realizar la hazaña y derrotar a los norteamericanos, quienes para este partido se “norteamericanizaron” aún más, jugando en Los Ángeles, Estados Unidos.
En todo caso, no podemos “agrandarnos” por un solo encuentro, y menos por un amistoso, donde ambos equipos jugaron con sus selecciones ‘B’ - por no decir las ‘C’ – y donde principalmente se trataba de realizar pruebas a los rendimientos de los jugadores no-siempre-titulares de los dos conjuntos.
Después de esto, Bielsa no dejará de ser “loco”, y - ¡por ningún motivo! – consideraremos a nuestros defensores como los mejores del mundo. Seguimos mostrando muchas deficiencias en esa zona de la cancha. La ofensiva tampoco descolló, y el medio campo jugó regular nomás, de todos modos.
De no ser por esa pizquita de suerte que casi nunca nos acompaña, estaríamos comentando un empate, o quizás – incluso - una derrota. Pinto se merece una mención especial. El portero universitario estuvo cuando se le necesitó y no permitió que los mexicanos sacaran sus tequilas para celebrar a nuestras expensas.
Debemos agradecer que Valenzuela no es tan hábil moviendo las piernas, y que nos regalo un gol, no muy lindo, pero gol al fin. Afortunadamente la FIFA valida los auto goles. Ahora sólo falta que permita que Chile comience los partidos ganando 2 a 0.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario